n la era digital, las redes sociales se han convertido en una parte omnipresente de nuestras vidas diarias. Desde Facebook, TikTok, Twitter, hasta YouTube, Instagram, o WhatsApp y Telegram, estas “autopistas digitales” nos permiten comunicarnos y conectar con personas de todo el mundo. Sin embargo, como miembros de la Iglesia católica, debemos considerar cómo nuestro uso de las redes sociales se alinea con nuestros valores como seguidores de Jesucristo. En el contexto de la publicación del documento “Hacia una plena presencia – Reflexión pastoral sobre la interacción en las Redes Sociales”, del 28 de mayo de 2023, del Dicasterio para la Comunicación, exploraremos tanto los beneficios como los peligros de estas plataformas.
La importancia de las redes sociales:
Las redes sociales se han convertido en una parte integral de nuestras vidas. Desde compartir fotos y actualizaciones de estado hasta conectarnos con amigos y familiares a través del mundo, nos ofrecen la oportunidad de interactuar con los demás como nunca antes.
Además, también tienen un impacto importante en la forma en que consumimos noticias e información. Ya no dependemos únicamente de los medios tradicionales para obtener nuestras noticias diarias: ahora podemos acceder a una amplia gama de fuentes y perspectivas diferentes a través de Internet.
Otro beneficio clave de las redes sociales es su capacidad para conectar personas con intereses comunes. Grupos especializados sobre cualquier tema imaginable están disponibles al alcance de nuestros dedos, lo que nos permite encontrar personas afines sin importar dónde estén.
Sin embargo, como veremos más adelante, también hay peligros potenciales asociados al uso excesivo o inadecuado de estas plataformas digitales.


